En las semanas previas a la Pascua, vea las Misas televisadas que se ofrecen para determinar cuál puede ser más apropiada para su hogar.
Cómo aprovechar al máximo la Misa en línea
- Establezca un espacio en su hogar para la oración/adoración. Considere cubrir una mesa con un mantel u otra tela agradable del color litúrgico estacional. Coloque una Biblia, una vela y una cruz o crucifijo sobre la mesa.
- Ordene el espacio y organice suficientes muebles para todos.
- Haga que todos vayan al baño, tomen bebidas, se laven las caras y vengan preparados para asistir a la Misa.
- Apague y retire todos los dispositivos que puedan distraer del espacio.
- Recuerde a todos que no nos arrodillamos y hacemos los gestos rituales de la Misa mientras la estamos viendo, ya que esto no reemplaza la asistencia a la Misa. Pero todos deben asistir en oración y hacer una comunión espiritual.
- Antes de que comience la Misa, encienda la vela.
Se anima a los católicos a practicar la “Comunión espiritual” durante la epidemia de COVID-19
Después de la oración del Ángelus el 3 de marzo, el Papa Francisco invitó a los fieles “a redescubrir y profundizar el valor de la Comunión que une a todos los miembros de la Iglesia. Unidos a Cristo, nunca estamos solos, sino que formamos un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza”.
El Papa Francisco alentó a los que no podían asistir a la Iglesia a rezar por la Comunión espiritual, “una práctica que es muy recomendable cuando no es posible recibir el Sacramento”. Los arzobispos y obispos en los Estados Unidos se unen al Papa para invitar a los fieles a esta práctica.
En su encíclica, Ecclesia de Eucharistia, el Papa Juan Pablo II explicó cómo el papel esencial de la Eucaristía al unirnos a Cristo condujo a la práctica de la “Comunión espiritual”:
En la Eucaristía, “con preferencia respecto a los otros sacramentos, el misterio [de la Comunión] es tan perfecto que conduce a la cúspide de todos los bienes: en ella culmina todo deseo humano, porque aquí llegamos a Dios y Dios se une a nosotros con la unión más perfecta”.
Precisamente por eso, es conveniente cultivar en el ánimo el deseo constante del Sacramento eucarístico. De aquí ha nacido la práctica de la ‘Comunión espiritual’, felizmente difundida desde hace siglos en la Iglesia y recomendada por Santos maestros de vida espiritual. Santa Teresa de Jesús escribió: ‘Cuando [...] no comulgaréis y oyeres misa, podéis comulgar espiritualmente, que es de grandísimo provecho [...], que es mucho lo que se imprime el amor ansí deste Señor’. (Eucaristía y Comunión Eclesial, Cap. 34:68-70)
¿Qué es la Comunión espiritual?
La Comunión espiritual es la práctica de desear la unión con Jesucristo en la Sagrada Eucaristía. Es utilizado principalmente por personas que no pueden recibir la Sagrada Comunión, como los enfermos, los divorciados y vueltos a casar, y aquellos que aún no han sido recibidos en plena comunión con la Iglesia. Santo Tomás de Aquino lo describió como “un deseo ardiente de recibir a Jesús en el santísimo sacramento y abrazarlo con amor” en un momento circunstancias en las que no podemos recibirlo en la Comunión sacramental.
Acto de Comunión Espiritual
Jesús mío,
creo que estás presente
en el Santísimo Sacramento.
Te amo por encima de todas las cosas
y deseo recibirte en mi alma.
Como ahora no puedo recibirte
sacramentalmente,
entra al menos espiritualmente en mi corazón.
Te abrazo como si ya estuvieras allí,
y me uno completamente a ti.
Nunca permitas que me separe de ti. Amén.
Además de Santa Teresa de Jesús, otros santos han alentado la Comunión espiritual:
“La Comunión es para el alma como encender un fuego que comienza a apagarse, pero que todavía tiene muchas brasas calientes; soplamos y el fuego arde de nuevo”.
“Después de la recepción de los Sacramentos, cuando nos sintamos aflojar en el amor de Dios, recurramos de inmediato a la Comunión espiritual. Cuando no podamos ir a la iglesia, volvámonos hacia el tabernáculo; ningún muro puede separarnos del Dios bueno”. - SAN JUAN MARÍA VIANNEY
La Comunión espiritual es “un deseo ardiente de recibir a Jesús en el Santo Sacramento y un abrazo amoroso como si ya lo hubiéramos recibido”. - SANTO TOMÁS DE AQUINO
“¡Qué fuente de gracia hay en la Comunión espiritual! Practíquela con frecuencia y tendrá más presencia de Dios y una unión más estrecha con él en su vida”. - SAN JOSE MARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER.
Rece la Liturgia de las Horas
La Iglesia tiene otra liturgia (oración pública) con la que las personas pueden no estar familiarizadas. Esa es la Liturgia de las Horas, también conocida como el Oficio Divino. La oración diaria de la Iglesia. Esta hermosa liturgia marca las horas de cada día y santifica el día con oración. Las horas son un diálogo meditative sobre el miswterio de Cristo, usando las escrituras y la oración. Únase a sacerdotes y religiosos de todo el mundo todos los días, y particularmente los domingos, en la oración de la Liturgia de las Horas. Puede encontrarlo en www.ibreviary.com/.